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La Importancia de la Alimentación para los Estudios

 

¿Desayunas  todos los días abundantemente antes de ir a las clases?

La  respuesta de un buen estudiante es sí. El estudio y la buena  alimentación son dos cosas que deben ir muy unidas. El rendimiento  en el estudio es sensible a una alimentación equilibrada y a unos hábitos  alimentarios acordes con las exigencias del estudio. La mayoría de los  especialistas insisten en que un estudiante debe cuidar muy bien su alimentación:

1.  Un desayuno abundante, muy completo, al estilo anglosajón a base  de cereales, leche, huevos, zumos, frutas, jamón, queso… El desayuno  de un estudiante debe ser una de sus más completas comidas. Es el “combustible”  que se quemará a lo largo del día, que se digiere rápidamente,  y que da energía por las mañanas durante las clases, en las que  hay que estar con vitalidad y energía.

2. Evitar  caprichos: alimentos de bollería industrial a base grasas y exceso  de hidratos con azúcares en comidas intermedias y ocasionales. Mejor alimentos  sanos: frutas, bocadillos de pan integral, sin excesos de fiambres, no tomar bebidas  azucaradas en exceso, etc. Los estudiantes deberían vigilar su sobrepeso,  especialmente si esto influyen hábitos alimentarios no muy saludables.

3.  Stop a la comida basura. Los que hacen trabajos sedentarios (como los de  los estudiantes) deberían limitar mucho alimentos que contengan azúcar,  pasteles, galletas, dulces, chucherías, carnes elaboradas, recompuestas,  o empanadas, salchichas, alimentos en conserva, etc. etc.

4.  Alimentación muy saludable. Un estudiante debe tener una alimentación  equilibrada y muy diversificada. Una simple deficiencia en vitaminas puede originar  falta de energía y vitalidad. En una buena dieta alimentaria de estudiante  deben entrara alimentos como los: tomates y verduras, ensaladas (en todas las  comidas), frutas (cinco piezas diarias), carne o pescado (con preferencia este  último), huevos (varias veces por semana); leche, quesos y productos lácteos;  pan integral y cereales: agua (un litro y medio al día).

5.  Tener horas fijas en la comidas (las que sean necesarias). Comer por ansiedad  y a muchas horas puede generar digestiones pesadas que mezcladas con el estudio  restan capacidad de concentración, vitalidad y, en ocasiones fomentan la  somnolencia.

Si eres un estudiante que tiene como meta destacar  en sus estudios, debes cuidar mucho tu alimentación. Estar “en forma”  mentalmente durante muchas horas al día (clases, horas de estudio por las  tardes, exámenes, etc). Todas estas actividades exigen un óptimo  rendimiento y los buenos hábitos alimentarios pueden ayudar mucho.